Similitudes entre mi patio y mi rincon

Sip, no es un milagro, ni es un regalo de navidad, si estas viendo esta página es porque estas visitando mi rincón, y sip, estas viendo bien, he escrito algo después de ya varios meses de duro retiro.

Hola a todos los que eran asiduos visitantes, de este mi rincón, muchas disculpas por descuidar tanto el lugar, hoy me digne a ver como estaban las cosas y viendo detenidamente me doy cuenta que algunas cosas ya no son las de antes. Los monitos de la tira ecol ya me abandonaron el lugar y colgaron sendo cartel de mudanza, el Firefox Day de la publicidad de un lado ya paso, y el volver a entrar a escribir algo fue todo un relajo, pero para que los aburro con estos detalles, ando por aquí para compartir un pensamiento que se me ocurrió al ver mi ya muy abandonada pagina.

¿En que se parece mi rincón a el patio de mi casa?, muy simple, en que los dos fueron deliberadamente abandonados por 2 meses o mas, jejeje pero claro el abandonar mi patio por mucho tiempo supuso otro tipo experiencia, al abandonar mi rincón solo tuve algunas quejas de amigos y felicitaciones de ciertos detractores a este lugar, por otro lado, al abandonar mi patio tuve algo que compartir con todos los vecinos de los alrededores... la enredadera, que invadió sus propiedades y de no ser por el miriñac de mi ventana quizá hasta mi cuarto. Pero regresemos un poco para contar lo sucedido en este triste día. Fue una fria mañana de domingo, desperté temprano y me percate por primera vez en meses, que una enredadera amenazaba con entrar a mi cuarto, en ese preciso momento solo pude pensar una cosa ... "Era la guerra, una cosa era meterse con mi patio y otra con mi cuarto". Con suma paciencia me puse mis viejos tenis, con los cuales he pasado mil batallas, mientras pensaba que esta quizá podría ser la ultima vez que mis viejos amigos me acompañarian, pero aun asi no era el momento para ser cobarde, tomando aire me puse de pie y fui por el machete de escaso filo, mi única defensa que podría hacer la diferencia entre un patio limpio o un brazo inchado por el ataque de alguna yerba de extraña procedencia.

Camine seguro pero con cierto temor a la puertas de la batalla que esperaba, maliciosamente paciente a espaldas del lugar donde vivo, tome las llaves, y al atravesar la puerta supe que serian horas dificiles... atravez del estrecho pasillo se encontraba el primer obstáculo, todo el piso estaba cubierto por la peligrosa yerba, con afán moví el machete de un lado a otro para abrirme camino a ese terreno ya desconocido por mi, y poco a poco el piso se volvió de nuevo un camino libre para que una persona pueda caminar, y al final por fin visualice el panorama que me esperaba, las paredes estaban cubiertas por la gruesa enredadera, en el centro del piso se encontraba el único sitio libre aun no conquistado por dicha yerba, salte lo mas rápido que pude a ese pequeño territorio y a partir de ese momento quede completamente rodeado por la enredadera, el tendedero ya había sido tomado las paredes y la batea habían corrido la misma suerte y al final en la pared mas alta se levantaba imponente la mayor resistencia que presentaba el patio, no tuve que pensarlo mucho y empecé a agitar mi brazo con machete en mano de un lado a otro tratando de librarme del encierro en el que había caído. Fueron largos minutos de dura batalla pero por fin pude recuperar la pared de la entrada, los tendederos y la batea... pero faltaba lo mas dificil, me serví de una vieja silla para llegar a los lugares mas altos de las bardas y ahi a mano limpia inicio fui retirando las plantas que aun se resistían a rendirse, pero no me esperaba lo que ellas me preparaban, y de repente, sin previo aviso una horda de valientes bichos se me tiraron al rostro, agitando mis brazos de un lado a otro trate de defenderme al igual de que intente mantener el equilibrio, y con la determinación de no rendirme pude mantenerme en pie y seguir con la batalla.

Después de un rato tome la entrada y el centro del patio y había llegado la hora, faltaba la parte nunca antes habitada del patio, el piso era de espesas enredaderas y exóticas yerbas, se podía distinguir como las hormigas se desplazaban militarmente listas para atacar al primero que se acercara a su territorio y al final se encontraba la pared principal, un monticulo de piedras decoraban la base de la pared con varios huecos que podrian ocultar bichos o animales que presenten defensa con tal de defender el patio y verticalmente se levantaba una pared de 2 a 3 metros toda cubierta de una espesa enredadera con espinas y flores de engañosa belleza. Moviendome de un lado a otro para evitar a las hormigas fui limpiando el camino que llevaba a la pared, la enredadera mostro una ferrea resistencia pero al final sucumbio, y con gran esfuerzo arrastre los restos de ella para tener libre acceso a la pared, pero faltaba ver que sorpresas podian aguardar en el monticulo de piedras. con cautela me acerque al monticulo y despues de moverlo para poder ver si habia algo de que preocuparme, confirme que todo era seguro, por lo que solo quedaba la pared frontal.

A pesar de mis esfuerzos solo pude limpiar la parte baja de la pared, sin embargo aun en las alturas se podia ver un enorme agrupamiento de enredadera, asi que despues de contemplar un rato el panorama, no encontre otra opción, la unica manera de acabar con esto, era atacandola desde las alturas. He inicie la escalada al techo de la casa, subiendo por una de las paredes que hasta hace unos momentos habia sido ocupada por la enredadera, y con mucho esfuerzo por fin pude llegar al techo y ver de frente a la ultima defensa del patio. La enredadera ocupaba toda una reja de protección que separaba mi patio y el del vecino, la reja estaba llena de púas y a mi alrededor contemple todo el camino que recorri, ahora ya completamente limpio y en un rincón un montículo de enredaderas que habian defendido su territorio. Con paciencia, fui retirando la enredadera sujeta a la reja y por un momento que pense que me podia caer, tome la parte mas gruesa de la enredadera y la arranque de la pared con todos mis esfuerzos, despues de varios segundos de forcejeo por fin cedio y cayó estrepitosamente al suelo, y por fin todo habia terminado, despues de descender pude recoger los restos que quedaban y con algunos piquetes pude meter en bolsas los restos de la batalla.

Y regresando al inicio, de no haber sido por esta historia de un domingo, este blog quiza no tendria vida, asi que remarcando, por lo menos por unos meses, mi patio y mi rincon tuvieron algo en común. En fin espero que les haya gustado la "epica y valiente" historia, y nos seguimos leyendo, en estos dias, el recuento de fin de año y el clasico mensaje de estas epocas, cuidense y saludos!